El mal llamado "discurso" de Maduro, careció de sustancia. Aparte de sus fatuas y prescindibles intervenciones, como los piropos a su esposa, del tipo "¡qué bella luce!, ¿verdad?", ante una corte de aduladores apiñados en el Salón Elíptico en vez del hemiciclo de la Asamblea.
No habló como un estadista, pues no es lícito pedirle esa calidad a quien jamás lo fue ni será. No se comportó como tal, además, porque en su mal amoblada cabeza, envanecida por no dejar el poder, se sabe un usurpador y compulsivo violador de los Derechos Fundamentales de las Personas, cuya traslación al Derecho Internacional Público, se llama Derechos Humanos.
Cada vez que desde su boca, siempre soez y escatológica, invoca a Bolívar o a Sucre, no hace más que denigrarlos, vilipendiar sus inmarcesibles memorias, pues el Libertador Bolívar, fue resueltamente republicano.
Esa misma indigencia verbal y moral es la que obsequia insultos de los más procaces a los mandatarios de izquierda y de derecha que acompañan la defensa del Estado de Derecho en la región, y a los expresidentes, que, ante un pretendido aterrizaje acompañando a Edmundo González, el pasado 8 antes del 10 de enero, ofreció bombardear el avión; bienvenida propia de un sátrapa desesperado, junto a su hombre fuerte y pobre diablo, Diosdado Cabello.
Desde luego, expreso mi solidaridad por Marina Corina Machado, lideresa indiscutible, que sufrió un secuestro que, si no fuera por la intervención del concierto mayoritario de naciones libres -excepción de solo tres satrapías que lo apoyaron en semejante sainete de la "toma de posesión"-, de los cuando menos cuatro peruanos tildados de "mercenarios", sus familiares y nosotros como connacionales suyos del estado que atraviesan, algo sabríamos.
Está indubitablemente probado que fueron al país llanero más que por razones de turismo y familiares, han desaparecido en Venezuela y mantienen en ciernes a sus respectivas familia, tratando de indagar por sus propios conductos, sin el apoyo de la Cancillería del Perú. Recién el pasado miércoles, Torre Tagle reaccionó tardíamente.
Que publiciten con dureza, como la viene haciendo su par argentina ante el mundo, estos secuestros. Como simple ciudadano peruano, en pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos, no puedo callar. Recordemos que una mala política de puertas abiertas, dio luz verde al indiscriminado ingreso de personas nobles en inmensa mayoría, sin pesquisar si estaban o no con requisitorias en su país de origen.
Lima, 11 de enero de 2025
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