jueves, 24 de marzo de 2016

NO TODOS LOS CANDIDATOS PRESIDENCIALES PESAN IGUAL

Entre gallos y medianoche, el Jurado Especial Electoral de Lima Centro, nos acaba de confirmar que existen candidatos a la presidencia de la República de primera y de segunda categoría. El triunvirato de magistrados que integran el JEE, pareciera no entender –pese a la abundante prueba documental aportada-, el principio básico que reza: ‘A igual razón, se aplica igual derecho’.

      Por el contrario, tan ilustres jueces demuestran su predilección por los embudos (me refiero a la ‘ley del embudo’, desde luego).  


Caricatura: Andrés Edery. Fuente: El Comercio


Lima, 24 de marzo de 2016

DOÑA SUSANA LLONTOP SÁNCHEZ CARRIÓN

In memoriam

Con mucha tristeza me entero del reciente fallecimiento de la doctora Susana Llontop Sánchez Carrión. Fue durante muchos años directora de mi colegio, el Antonio Raimondi (del cual era egresada). Doblemente profesora mía, tanto en el colegio (donde nos enseñó gramática italiana en quinto de secundaria), cuanto en la Universidad de Lima.

Grande fue mi sorpresa cuando en primer ciclo de Estudios Generales se presentó como titular de la cátedra de Historia de la Civilización. Cuando leyó la lista de alumnos, y llegó a mi nombre, dijo textualmente: "Ya sabía que uno del Raimondi caería aquí". Ante el asombro de mis compañeros 'cachimbos', continuó: "He sido directora y profesora de su colegio".

Pero mi relación con doña Susana se remontaba -para mi asombro- desde hace muchos años atrás; cuando no era yo ni proyecto de vida. Entabló cercana amistad con mi madre. ¿Cómo y cuándo lo descubrí? Fue en Scala Gigante de la avenida Venezuela, en Breña. Acompañaba a mi madre de compras. Tenía yo siete años de edad, y cursaba el segundo grado de primaria.

 De pronto, veo a la directora de mi colegio dirigirse con amable sonrisa y familiaridad hacia nosotros. Yo temblaba, naturalmente. Mi madre, sin embargo, correspondió el saludo. "Hola, Susana, ¡qué gusto de verte! ¿Cómo está don Augusto?". Se trataba del padre de mi directora. "Más o menos, Glorita, con los achaques de la vejez, como imaginarás". Yo veía la escena con escepticismo, entre atónito y espantado. "Ya conoces a mi hijo, ¿no?". "¡Claro! -respondió ella-, soy la directora del Raimondi". Comencé a sudar frío, y esbocé una sonrisa nerviosa. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, fue la directora que más me castigó, pues yo padecía de la muy peruana costumbre de confiarme del reloj y llegar tarde al colegio que quedaba a solo tres cuadras de mi casa.

¡Gracias, doña Susana! Me enseñó lo que es la puntualidad, aunque esa definición tan europea y extraña llegara a calar muchos lustros en mí.

 Doctora en Historia, es autora de una magnífica biografía sobre su antepasado, don José Faustino Sánchez Carrión, el 'Solitario de Sayán', a quien, con mucha propiedad, denominamos 'Fundador de la República'.

Mis más rendidas condolencias a su familia. Y a usted, doña Susana, mi sincera gratitud que va a modo de abrazo a donde quiera que esté.




Lima, 23 de marzo de 2016