Sin habernos propuesto una coincidencia en el número, siete meses después de publicar bajo este mismo título nuestras impresiones sobre algunos hechos nacionales e internacionales, repetimos plato, previa lavada del mismo. Esta es pues nuestra arbitraria y particular lectura de los siete acontecimientos que se describen a continuación.
La caravana del maldito holandés.- Luces, cámara, ¡acción! Del mismo productor de 'Yo creí en los pishtacos', Octavio Salazar, llega a sus hogares y en señal digital 'La caravana del maldito holandés'. Sinopsis: El psicópata asesino Joran van der Sloot es un holandés que huye del Perú después de perpetrar su último crimen. Al emitirse la orden de arresto, es capturado por la policía chilena en tiempo record, metido a un avión y llevado desde Santiago a la frontera. El sagaz ministro del Interior peruano, dispondrá que el indeseable sea trasladado por tierra desde Tacna a Lima, en lo que será un afiebrado itinerario que promete choques de unidades periodísticas, cachiporrazos al asesino por parte de indignados pobladores durante el inesperado cambio de patrulla a mitad de camino, espectacular arribo a las oficinas de la avenida España, y triple presentación -¡tres funciones, tres!- del maldito ante cámaras en desbordante conferencia de prensa. Es una peliculina filmada desde varias cámaras nacionales e internacionales para Salazar Cortinas de Humo & Payasadas Producciones, Sociedad Nada Anónima.
Es repudiable el asesinato de la señorita Stephany Flores, como lamentable es la forma en que el ministro Salazar dispuso el traslado por tierra de su hoy confeso homicida pudiendo haberlo hecho a través de un avión de la Policía Nacional. Se hubiera ahorrado el pandemonio que le restó seriedad ante corresponsales extranjeros. La justicia peruana deberá recaer sobre Joran van der Sloot sin dilaciones, dádivas, ni privilegios penitenciarios. Hoy tiene miedo y pide cumplir su condena en Aruba a cambio de señalar el lugar exacto en donde yacen los restos de Natalee Holloway, su presunta víctima estadounidense. ¡No, señor! Aquí purgarás condena por lo de Stephany. En Castro Castro hay quienes festejan tu llegada frotándose las manos. ‘Justicia carcelaria’, que le dicen. Amén.
De víctimas a victimarios.- Al igual que lo que Hitler y su recua de asesinos hicieron con ellos en el pasado, parte de la Marina israelí pareciera haber perdido toda entraña humana. La captura, previo ataque con nueve muertos como saldo, de una flotilla de barcos que llevaba ayuda humanitaria a los civiles que habitan la convulsionada Franja de Gaza es, a la par de una monstruosidad, un atentado flagrante contra las convenciones sobre Derecho Internacional Humanitario de las que, irónicamente, Israel es suscriptor. Los líos de Israel con Hamás no le da derecho al primero de impedir que los seres humanos -no muy distintos de los cremados en Auschwitz- reciban la alimentación y medicamentos básicos que necesitan urgentemente. Los roles se han invertido y la antigua víctima se ha desfigurado en verdugo, deshonrando a sus propios mártires. Muy pocos países han protestado. Estados Unidos votó en contra de la resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que tildó este hecho de ‘escandaloso ataque’. Al fin y al cabo, contra los designios de los dueños del mundo -EE.UU. e Israel- no hay mucho que alegar. Dios mismo tomó partido por Israel miles de años atrás llamándolo su ‘pueblo escogido’.
El pequeño Buda fumador.- Con la apariencia de un rollizo Buda en miniatura se ha difundido en diversos medios la imagen de un niño indonesio de dos años que aspira y exhala cuarenta cigarrillos al día. Ardi Rizal lloriquea si le quitan el cigarro del mismo modo en que otros lo hacen cuando les esconden el biberón. La ignorancia de su padre, quien lo inició en el vicio desde los ocho meses, lo ha transformado en una suerte de híbrido entre el Buda a quien hay que rascarle la panza en pos de tentar la buena suerte, y nuestro folclórico Ekeko, que trabaja en el mismo gremio de milagreros siempre y cuando le pongan un cigarrillo en la ranura de barro pintado que lleva por boca. Mientras las miradas chistosas se reproducen por el mundo, el pequeño Buda-Ekeko, se acuesta, alza y cruza las piernas en gesto de viejo mañoso, rompiendo el aire con habilidosas bocanadas. Afortunadamente, el niño ha disminuido su consumo de cuarenta a veinte cigarrillos gracias a un tratamiento que le suministra la Comisión de Protección Infantil de su país. Al padre inductor, habría que instruirlo en los nocivos efectos que su ‘gracia’ le habría causado en no pocos años al pequeño.
La miraflorina Lori Berenson.- Se justifica la indignación ciudadana ante la libertad condicional otorgada a la terrorista estadounidense Lori Berenson, integrante del MRTA. Aun mayor es la torpeza de su abogado-esposo de fijarle residencia en un distrito que mantiene vívidas las imágenes del atentado a la calle Tarata, aunque éste fuese acción de Sendero Luminoso. Si se le expulsa del país, como piden algunos, le estaría garantizada la plena libertad en el suyo en donde se le ve como a una víctima. El propio Bill Clinton a su pasó por Lima, ha confesado que durante su gobierno ‘trabajó’ –léase ‘presionó’- para su liberación. Berenson debe permanecer en el Perú para asegurar el término de su condena de veinte años, de los cuales restan cinco. Si ella se acogió a unos beneficios penitenciarios que estaban vigentes, no hay modo de darle la vuelta al pastel. Lo contrario sería socavar los principios del Estado de Derecho en que vivimos. Lo que resta es evitar que los beneficios que permitieron la excarcelación de Berenson jueguen a favor de criminales de talla mayor como Osmán Morote y similares.
El Tribunal Constitucional que anhela Mulder.- El parlamentario Mauricio Mulder justifica a su modo el boicot aprista a la elección del doctor Carlos Ramos Núñez como magistrado del Tribunal Constitucional. Según Mulder, no tenía los méritos suficientes como para acceder al cargo. ¡¿Qué cosa?! Carlos Ramos Núñez, profesor en más de un claustro universitario, es el más importante estudioso vivo de la Historia del Derecho Peruano, con una obra bibliográfica sólida y abundante que es de lectura obligada en cualquier facultad de Derecho del país. ¿Cómo se permite él ningunear a un jurista de semejantes pergaminos? Valdría más que Mulder respondiera cuáles son los méritos de Carlos Mesía para ostentar la presidencia del Tribunal. No se le conoce libro, artículo, ni ponencia de mérito como para calentar sillón en la Casa de Pilatos, o ¿es que el requisito que se le exige es el carné aprista que sí posee –y grandazo como diploma de doctorado- el señor Mesía? Si es así, tiene razón don Mauricio: le faltan ‘méritos’ al jurista Carlos Ramos y le sobran deméritos al abogado Mesía. ¡En la mediocridad, compañeros!
El ascensor de Lúcar.- Los escarceos románticos que Nicolás Lúcar tenga dentro de una de estas máquinas, no nos incumben. Es asunto que le atañe a él, a su esposa, a su nada ocasional amante (dos veces no es un choque y fuga) y al marido de ésta. Lo que indigna es que aproveche la entrevista que le hizo Beto Ortiz para ensuciar la memoria del hombre probo y honesto que fue Valentín Paniagua. Al recordarle el incidente como parte de su cebadísimo prontuario periodístico, tuvo el cinismo de decir que jamás había visto el reportaje que motivó la indignada respuesta del entonces presidente de la República. Ese 'reportaje' fue una entrevista que el propio Lúcar le hizo al chofer de su suegro, el prófugo delincuente José Francisco Crousillat, en la que pretendió vincular a Paniagua con el contador de Montesinos, Alberto Venero, refiriendo que don Valentín habría recibido dinero del 'Doc'. Incluso, el 'hombre del ascensor' le hace una pregunta que lleva implícita la respuesta: "Paniagua es tío de Venero, ¿no?". Una injuria lanzada por el que integró la banda mediática fujimontesinista. Tan mafioso es el que vendió la línea periodística de su canal a los intereses del régimen en la salita de los ‘vladivideos’ (su suegro y su cuñado), como el que se prestó a ejecutar los dictados del SIN vía Daniel Borobio (Lúcar). ¿Ya no te acuerdas? Memorex de 500 miligramos para ti, mezclados con Ubicaína de otros 500. Lo primero para que recuperes la memoria; lo segundo, para que no nos creas babosos, y la combinación de ambos, para ver si surte algún efecto en ese ámbito moral que te es tan ajeno. ¡¡¡No te lo pierdas!!!
Ni Barba ni Caballero.- Con su ridículo puro bailándole en la boca, José Barba Caballero es lo más parecido a un mafiosillo al que le faltan agallas para ser mafioso en mayúsculas. Pretendió arrimarse a la popularidad de Bayly para seguir amamantándose del escuálido seno estatal. El ‘Francotirador’ reaccionó tardíamente ya que no desconocía la entraña de microbusero de mútiples rutas de su ex ‘vientre de alquiler’. Barba fue aprista y alanista furibundo en el primer gobierno del hoy rollizo presidente. Cuando García se convirtió en ‘Damián’, se hizo ‘independiente’ con la ligereza con que Tarzán cambia de liana para movilizarse en la selva. Luego apoyó a Toledo en su primer intento de llegar a Palacio, llamándolo ‘visionario’. Cuando ya no servía a sus intereses, volvió la mirada hacia Federico Salas, el jinete-alcalde de Huancavelica. Después de quemarlo cual fusible de segundo uso, pasó a apoyar furibundamente a Lourdes Flores quien, “ante tanto loco que ha gobernado el Perú –decía-, es lo más parecido a un milagro", entretanto acuchillaba verbalmente a su ex ‘visionario’. Cuando el ‘milagro’ lo descartó de la lista congresal con miras a una segunda postulación, no le quedó otra que morder su habano y, ya aposentado García en Palacio, ofrecerse de paje para representar en Panamá a quien tanto había denostado, con espléndido sueldo de embajador. En el camino no dudó en ofender a Lourdes -a quien le debe cuando menos cinco años de holgura en el Congreso- diciéndole con cavernario machismo que se quedara de aeromoza. Barba debería enterarse de que hace mucho que está sepultado bajo la lápida del desprecio ciudadano y que cada vez que se levanta del mausoleo de cartón que el llama ‘partido’, despide unos olores que sólo Kouri los aguanta en su necesidad de tentar la alcaldía limeña. Ni es Barba, pues no la posee, ni es Caballero, porque no se distingue como tal. ¡Ponte a trabajar de una buena vez en tu vida!
Arequipa, junio de 2010